viernes, 25 de septiembre de 2009

No hay tal crisis, una dice no hay tal crisis mientras tira un par de platos al piso, una dice no hay tal crisis y se ríe con su mejor cara de bolida, una dice no hay tal crisis y saca un turno en la peluqueria, no hay tal crisis y te pones kilos de tapaojeras. Una vez que aceptás que la crisis es tal crisis, estas preparada para aceptar que hay tal crisis. Una dice no hay tal crisis y rompe lo que tiene a mano, una dice no hay tal crisis y hace steps como loca, pero tarde o temprano llega el día en donde la crisis tiene la evidencia de una estría y ahí no queda otra.. hay que aceptarla. Se puede negar la crisis un día, un mes, un año, pero llega ese día en que la crisis te explota en la cara. Atravesarla es como pasar el pelo por agua oxigenada, te aclara el problema de raíz. Llega y uno cree que es el final, que se termina todo, pero en realidad ahí empieza todo, atravesar una criris es como pasar por un buen cirujano plástico, sos la misma pero distinta. Dan miedo las crisis.. uno le teme a lo desconocido casi como un mal peluquero. En chino, en japonés, en coreano, en tailandés, en algún idioma oriental crisis significa oportunidad. Son como los años. Te sorprenden y no te queda otra, hay que decidirse y llevarlos. Las crisis es un viaje de ida, pero también puede ser un viaje de vuelta.

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